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sábado, 21 de julio de 2012

UN EJERCICIO DE LUZ



Hoy en mi meditación vino un hermoso ángel vestido de blanco, de cabello largo rubio, con un semblante de sabiduría que me encanto, me compartió varios mensajes uno acerca de la esperanza, normalmente hay gente que dice que la esperanza es la hermana pobre de la fe, pero no, es la voz de los ángeles animándonos a no rendirnos y a seguir confiando.

Y hoy mientras hablaba con este hermoso ángel, me dijo –Báñate en luz a lo que yo dije bañarme en luz y el me respondió – Si, así como se bañan para limpiar sus cuerpos físicos, hay que bañar vuestro espíritu. Como se hace eso pregunte y el muy amable me dijo – cierra los ojos siente la suave música, relájate y ve los rayos que provienen de nuestro padre y observa como caen sobre ti como gotas de agua luminosas, cada vez que te sientas en paz, ores o medites, visualízalas y siente su energía de amor.

Y así lo hice es algo muy hermoso ver como caen como si fueras estrellitas fugaces.

Luego me dijo: - si quieres hacer una petición a Dios solo debes conectarte con El y hablarle, no digas como si no fuera posible, háblale con fe y amor

En ese momento fue como si viera una hermosa bola de luz muy luminosa, sus rayos eran preciosos así que supe que de alguna forma era Dios, así que comencé a hablar con El, siempre lo hago, pero no de esta forma y comencé a afirmar, hacer afirmaciones positivas y a sentirlas, por ultimo me despedí de el con la mayor gratitud.

Un hermoso ejercicio de verdad el cual tomar en mi vida diaria en mis meditaciones.

Se preguntaran ustedes para que sirven todos estos pequeños ejercicios, y la respuesta es para recordarnos quienes somos y lo importancia y lo cerca que estamos de Dios, que solamente debemos volver a conectarnos con El, no solo para pedirle cosas, no, porque nuestro padre no es un Dios cajero, simplemente para encontrar nuestra esencia y sacar lo mejor de nosotros mismos, porque si estamos bien, nos sentimos bien, todo a nuestro alrededor vibrara de igual forma.