CONOCI A ELEANOR

Hace unos dias antes de dormir tuve una experiencia con un nuevo angel, últimamente puedo escucharlos mejor y me dicen mas sus nombres, era ya bien noche pero yo no podía dormir, de pronto abrí mis ojos y vi tenuemente a un ángel, me pareció algo raro porque este parecía que tuviera escarcha por todo lado y sus alas eran doradas y cubiertas de brillos como si fuera escarcha, solo estuvo pocos segundos y se fue, pensé seria un ángel? Que raro, el caso es que esa noche no lo vi mas.

Y ayer mientras medite un rato por la tarde, ya que no me sentía muy bien de animo, siempre que medito es como si me volviera a conectar con los buenos pensamientos y energías, así que seguí el consejo de mi ángel y comencé a relajarme, me vi en un hermoso jardín, lleno de lavanda era hermoso, además de tener un riquísimo aroma, estaba en paz, era esa paz que necesitaba, Julián mi ángel estaba conmigo, de pronto volví a ver el ángel de hace dos días atrás, me sorprendí ahora si lo vi claramente, era hermosooooo, me le quede mirando y le dije “ eres tu el ángel de la otra noche verdad?” y el me respondió, “si es verdad, soy un ángel de la prosperidad, he venido porque tu has pensando en eso últimamente. Y quería hablarte al respecto”, era hermoso así que no pude evitar decírselo a lo que el me sonrío, le pregunto su nombre y me dijo me llamo Eleanor, woww que hermoso nombre pensé, además era ella, no el, igual cuando los vez a veces no puedes distinguir.

El caso es que me dijo que los seres humanos a veces pensamos tanto en cosas materiales, que pensamos en que si tenemos mas seremos mas prósperos, que muchas veces olvidamos, que ya somos muy prósperos, con lo que tenemos, y no solo se refiere a las cosas materiales, ella se refería al amor de nuestros padres, esposos, hermanos, el volar de un pájaro, en diferentes cosas sencillas que podemos disfrutar, el poder saborear, caminar, correr, hablar, escuchar, las cosas que vivimos son nuestra verdadera riqueza, pues son experiencias y enseñanzas que nos llevamos con nosotros  el día que partamos de aquí, me dijo tantas cosas hermosas que no pude evitar llorar y sobre todo, sentí el amor de Dios cuando me dijo que el me amaba y que yo era su pequeña, lo sentí de verdad.

Por eso trato de valorar cada día mas el amor de mi esposo, de mis padres y seres queridos, y trato siempre de dar amor a las personas que están cerca de mi, porque es la verdadera riqueza que nos llevaremos cuando partamos de este mundo. Se que Eleanor no quiso decirme quédate pobre o cosas así, solo me hizo ver y valorar, esas pequeñas cosas que muchas veces nosotros no le damos importancia, pero al verlas desde otro punto de vista, te muestra lo afortunados que somos.