Desde que aprendimos la oración del ángel de la guarda, la mayoría al crecer hemos conservado en nuestra mente y corazón esa convicción o seguridad interior de que estamos siendo protegidos y acompañados por esos seres enviados por Dios. Sin embargo, al analizar de forma racional esta creencia, pensamos: ¿Cómo sé que mi ángel de la guarda está conmigo? Cómo puedo sentir su presencia?
Pues bien, en otras ocasiones he mencionado que aunque siempre se ha hablado de un ángel de la guarda, en realidad es más de uno (mínimo son dos). Para sentir su presencia, su energía, es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Tener la total disposición y deseo de sentirlos. Digo esto ya que en muchas ocasiones he escuchado a personas decir: “Quiero sentir a mis ángeles pero me da miedo”. Pregúntese si tiene algún tipo de temor o si por el contrario tiene la completa tranquilidad y emoción de sentir la energía angelical. Si los ángeles ven que usted tiene miedo ellos obviamente no se manifestarán pues nunca harían algo que lo afectaría negativamente.
- Constancia. Aunque no es una ‘exigencia’, sí es una recomendación importante a tener en cuenta ya que en la medida en que tengamos constancia para practicar, para orar, para meditar, podremos experimentar la energía angelical más fácilmente.
- Oración. En el punto anterior menciono la oración y la meditación. Estas son la forma real de sentir la presencia Divina de Dios y de Sus seres de luz. La interiorización es la forma en que nos podemos conectar con esa energía, así que como se ha dicho anteriormente, la respuesta está en el interior.
oración y la meditación
Manera de sentir la energía angelical:
- Cambio de temperatura corporal. Algunas personas sienten frío y otras sienten calor, pero por lo general hay un cambio en la temperatura del cuerpo cuando los ángeles se manifiestan.
- Olores agradables. Puede ser un olor a flores, a incienso, un perfume suave, etc.
- Plumas, medallitas. Repentinamente se encuentran en el piso plumas –por lo general blancas- ó medallas con imágenes religiosas.
- Sombra blanca. Alcanzamos a ver con la esquina del ojo, de un momento a otro, una sombra blanca que pasa rápidamente.
- Música. Sin tener claro de dónde proviene, escuchamos una música muy suave en nuestros oídos.
- Palabras. Así como la música, en muchas ocasiones la presencia angelical puede manifestarse con palabras que bien escuchamos fuera de nuestros oídos o dentro de nuestra mente.
- Energía angelical
Estas son solo algunas de las formas en que los ángeles nos pueden hacer sentir su amorosa presencia en nuestras vidas. Lo que no debemos olvidar es que para que esto suceda debemos pedir y estar dispuestos, pues ellos nunca pueden violar nuestro libre albedrío.
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