Ayer
en horas de la mañana mientras me preparaba para la Charla Pregúntale a los
Ángeles que iba a dar en la tarde, sentí en mi corazón una gran gratitud con mi
ángel guardián, así que sin dudarlo le dije lo mucho que lo amaba, no ha sido
la primera vez que lo hago, pero sentí que ayer fue algo muy especial, casi
mágico, porque mis ojos se llenaron de lagrimas que salieron de ese amor tan
grande que sentí.
Así
que cree otra pulsera de mi ángel de la guarda, una que no me quitare para
nada, la elabore en piedra aguamarina que tiene una gran afinidad conmigo por
las cualidades que posee.
Luego
de un rato, mientras yo seguía en la preparación de los mensajes que los
ángeles me habían dado mi ángel me hablo:
“Gracias por demostrarme tu amor, son
pocos los ángeles que tenemos la dicha de que nuestros protegidos nos
agradezcan o nos digan de una manera abierta y salida del mismo corazón el amor
que sienten por nosotros”
Eso
les incomoda o les causa pena? pregunte
“No para nada puesto que los ángeles
amamos de manera incondicional, lo que hacemos lo hacemos porque nos nace, para
eso fuimos creados, nos sentimos dichosos solo de verlos felices o ver como
crecen a nivel espiritual o cuando su alma se regocija en el amor de Dios, con
eso nos basta. Pero no te voy a negar que la alegría que me diste ahora al
decirme de corazón todas esas palabras me lleno de un inmenso amor y gratitud.
Por eso te doy gracias, por permitirme entrar en tu vida, y enseñarte que Dios
no esta lejos sino que mora en ti.”
Puede
que quizá fuera corta lo que me dijo, pero en su mirada sentí verdaderamente su
gratitud y su amor.
Nunca
te olvides en tus oraciones agradecer por ese hermoso guardián que Dios te
otorgo, porque de verdad nos aman y cuidan, es el amigo perfecto, aparte de
Nuestro Señor porque nunca te defraudara.
Ingrid
Alegría
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