Hoy
al hablar con aurora mi corazón sintió la necesidad de escribir del siguiente
tema, el amor por las mascotas, se preguntaran porque decidí escribir al
respecto, pero se que ya es mucha la gente que se sorprende de mi dedicación y
amor que demuestro por Sakura mi perra,
desde niña me han encantado los animales, y creo que viene de familia porque mi
tía llego a tener 9 perros, ahora solo tiene 3 dos de ellos los recogió de la
calle.
Sakura
no es la primera perra que tengo, he tenido dos mas, mi amado Icaro que falleció
y con el que tuve una experiencia luego de su muerte, fue algo que me ayudo a
entender que ellos también van a ese lugar hermoso luego que parten de nuestro
lado, esa lección la compartí en mi libro Viviendo con Ángeles, espero compartírselas
por aquí pronto.
Pero
quizá no había llegado nunca al grado de empatía como he tenido con este
hermoso animalito, los angelitos me dicen que es porque mi corazón se ha
llenado de amor y por eso me es mas fácil sentirlo y darlo, de verdad les
pregunte al respecto, puesto me sentía muy rara, porque cada vez que ella me
mira o me mueve la cola cuando llego a casa siento algo muy lindo en mi corazón,
que al principio me ha causado temor y pensé ¿es normal? A lo que ellos muy
amablemente me respondieron que solo disfrutara de su compañía mientras ella
estuviera conmigo y la hiciera feliz tanto como ella me hacia a mi.
Hoy
al salir a comprar algunas cosas, al pasar frente a un almacén de telas vi una
hermosa tela rosa y pensé que seria genial hacer una manta para Sakura de
aquella hermosa tela, así que sin dudarlo la compre, la chica que me atendió,
me comento que ella también lo había pensando para su perra Luna, fue divertido
porque me di cuenta que no solo soy yo quien siente ese cariño tan especial por
esos amiguitos de cuatro patas. Al llegar a casa pase por la clínica de ropa
para que me confeccionaran la manta y el señor que me atendió dijo: “Que lindo
es cuando los perritos llegan a casas donde personas como usted, los quieren y
los cuidan, hay animalitos que no corren con esa misma suerte”
Me
llego al corazón esa frase y pensé en cuando vivía en España y había tanto
perrito abandonado, me daba muchísima tristeza, porque la lealtad del perro es
maravillosa, hoy solo al ver a mi perrita compartir una manzana conmigo pensé
se parecen a los ángeles, siempre están contigo en las buenas y malas, te
quieren, no te traicionan, te consuelan y tienen un corazón puro. Así que Julián
apareció mientras contemplaba a Sakura comer su trozo de manzana y me dijo, “no te has equivocado en tu apreciación, ella solo es una muestra del
amor de Dios en un ser animal quizá no comprenda de todo el lenguaje humano,
pero si siente tu energía, tu amor, tu enojo, le gusta complacerte, no guarda
rencor y siempre te recibirá con alegría, muchas veces mi querida niña no hace
falta decir con palabras, lo que se puede expresar con el corazón.”
Así
que a todos mis cyberangelitos, cuiden a sus mascotas, ámenlas, enséñelas
disciplina pero sin lastimar, compartan con ellas y devuélvanles el amor que
ellas les regalan todos los días.
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