Hoy
en mi meditación vino un hermoso ángel vestido de blanco, de cabello largo
rubio, con un semblante de sabiduría que me encanto, me compartió varios
mensajes uno acerca de la esperanza, normalmente hay gente que dice que la
esperanza es la hermana pobre de la fe, pero no, es la voz de los ángeles
animándonos a no rendirnos y a seguir confiando.
Y
hoy mientras hablaba con este hermoso ángel, me dijo –Báñate en luz a lo que yo dije bañarme en luz y el me respondió – Si, así como se bañan para limpiar sus cuerpos
físicos, hay que bañar vuestro espíritu. Como se hace eso pregunte y el muy
amable me dijo – cierra los ojos siente
la suave música, relájate y ve los rayos que provienen de nuestro padre y
observa como caen sobre ti como gotas de agua luminosas, cada vez que te
sientas en paz, ores o medites, visualízalas y siente su energía de amor.
Y
así lo hice es algo muy hermoso ver como caen como si fueras estrellitas
fugaces.
Luego
me dijo: - si quieres hacer una petición
a Dios solo debes conectarte con El y hablarle, no digas como si no fuera
posible, háblale con fe y amor
En
ese momento fue como si viera una hermosa bola de luz muy luminosa, sus rayos
eran preciosos así que supe que de alguna forma era Dios, así que comencé a
hablar con El, siempre lo hago, pero no de esta forma y comencé a afirmar,
hacer afirmaciones positivas y a sentirlas, por ultimo me despedí de el con la
mayor gratitud.
Un
hermoso ejercicio de verdad el cual tomar en mi vida diaria en mis
meditaciones.
Se
preguntaran ustedes para que sirven todos estos pequeños ejercicios, y la
respuesta es para recordarnos quienes somos y lo importancia y lo cerca que
estamos de Dios, que solamente debemos volver a conectarnos con El, no solo
para pedirle cosas, no, porque nuestro padre no es un Dios cajero, simplemente
para encontrar nuestra esencia y sacar lo mejor de nosotros mismos, porque si
estamos bien, nos sentimos bien, todo a nuestro alrededor vibrara de igual
forma.
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